El que añade el interiorista Pablo Paniagua, al que visitamos en su estudio madrileño ¡dentro de la torre de un convento! Está claro que por sus proyectos corre la emoción de un malagueño de pura cepa. Toma nota de sus ideas y suma elegancia.
El que añade el interiorista Pablo Paniagua, al que visitamos en su estudio madrileño ¡dentro de la torre de un convento! Está claro que por sus proyectos corre la emoción de un malagueño de pura cepa. Toma nota de sus ideas y suma elegancia.