Blancura, elegancia y proporción entre las partes constituyen las bases del equilibrio logrado por Pablo Paniagua en esta vivienda madrileña. El punto de partida: captar la esencia del edificio y mimetizarse con él.
Blancura, elegancia y proporción entre las partes constituyen las bases del equilibrio logrado por Pablo Paniagua en esta vivienda madrileña. El punto de partida: captar la esencia del edificio y mimetizarse con él.