Mano Maestra

¿Puede la contención llevar al esplendor? Lo ha demostrado el interiorista Pablo Paniagua, orquestando con talento obras de arte del siglo XX y mobiliario del siglo XVIII. Pura armonía.

Luna grande, sol puro

Pablo Paniagua muestra su Málaga. Un fragmento del poema Ciudad del Paraíso, que Vicente Aleixandre dedicó a la ciudad, define lo que significa para el interiorista: una tierra de extremos y yuxtaposiciones fascinantes, sexy y severa, profunda y mundana, capaz de todo, en mezcla constante.